En la parroquia San
José Obrero de los Frailes de Catia, se encuentra una pintura relacionada a un hecho
significativo en la historia contemporánea de nuestro país y a la respuesta
devocional de su autor. En Diciembre del año 99’ durante la gran vaguada del
estado Vargas, nuestra querida hermana y miembro del Carmelo Seglar; Maritza
Rangel, manifestó una especial y justa preocupación por una cercana
colaboradora a esta parroquia que se encontraba en el lugar de los hechos
durante la tragedia.
Pese a la angustia generada
por esta noticia y la falta de comunicación del momento, Maritza sintió la
necesidad de elevar una oración más allá de las palabras, esta ávida sensación
fue plasmada artísticamente mediante su obra “El Espíritu Santo”, cuenta
nuestra autora entre versos que inspiraban del espíritu: “… llovía incesantemente, no cesaba de llover. Y de repente el
Ávila y los cerros aledaños comenzaron a caer…”.
La
respuesta a la oración no se hizo esperar y los carmelitas en su distintiva
fraternidad, comenzaron a trabajar en todo lo que se podía para subsanar el también
deslave de emociones que surgieron por doquier.
Hoy
en día la parroquia cuenta con esta obra elaborada en acrílico, donde se puede
parangonar las pinceladas sobre el
lienzo, como la lluvia sobre el pueblo y las lagrimas
sobre el rostro, de quienes vivieron aquel inefable momento; pero que al
igual que el Espíritu de Dios, derramó sus frutos en medio de la necesidad.
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