¡TÚ NO ERES MI PADRE!

 



En este especial día del padre; además de la ya acostumbrada felicitación y reconocimiento, quisiera hacer una mención especial a todos aquellos que como cita el apóstol Pablo, aceptaron la misión de amar a otros, como a sus hijos. 

I Corintios 4

14. No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino más bien para amonestaros como a hijos míos queridos.

15. Pues, aunque hayáis tenido 10.000 pedagogos en Cristo, no habéis tenido muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendré en Cristo Jesús.

16. Os ruego, pues, que seáis mis imitadores. 

Cuántas veces no hemos visto y escuchado; en alguna berrinchuda escena adolescente, aquella frase zahiriente de ─ ¡tú no eres mi padre! ─, arremetidas con gran furia ante alguna obligada acción correctiva por parte de algún padrastro... Pues si no se ha enterado, entérese... que el rol de orientar, proteger y proporcionar el sustento necesario, es el requisito demandado por la paternidad; de quienes además de asumir, decidieron amar.

Es sólo a través del amor y la responsabilidad, que se manifiesta esta paternidad y; es justo y necesario, preguntar a más de uno si están conscientes del desempeño de aquellos que han tomado la titánica tarea de cubrir este vacío; con tal medida, que pasaron por encima de ese inútil orgullo biológico que no ofrece ninguna garantía de amor. Porque sólo un verdadero padre, tiene la intención de amar.

Así como somos todos hijos del Padre celestial, estamos obligados a conocer y reconocer la valentía y pureza de los que tomaron la decisión de amar, más allá de la consanguinidad. 

Juan 20

17. Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.» 

Si por el amor enseñado por Cristo, somos hijos del Padre celestial, por qué no seríamos hijos de quienes desinteresadamente, asumieron con total sinceridad la encomienda y el compromiso de amar hijos adoptivos. Esta demostración y capacidad de amar, sólo puede ser dada por un verdadero padre; como lo hizo nuestro querido San José y al cual debemos el apelativo hipocorístico de "Pepe"; que no es otra cosa, que la abreviatura de "Pater Putativus P.P.".

De manera que; en virtud de aquellos padrastros, padrinos y orientadores de vida espiritual, que aceptaron la noble misión de amar como hijos propios, los hijos de los que apostaron por el divorcio paternal [di: separar; vorcio: volver] ─ que no se tome a manera literal del estatus marital ─ Esta pequeña muestra de reconocimiento por su gran capacidad de amar y entregar su vida, por esta honorable misión. 

Y citando al Maestro de Galilea: 

Juan 15

13. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos... 

Feliz día del Padre, por los padres”. 

Un abrazo a todos en Cristo Jesús

 


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2 Komentar
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Hermosa publicación a los que con dedicación cariño y esmero dan todo por sus hijos y una felicitación muy especial, para ti Marcelo por ser el mejor padre que Dios eligió para nuestros hijos. Te amamos!

Balas
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Marcelo gracias. A veces ante el Padre es justo reconocer con gozo al terreno y dar gracias. Ese también perdona en el silencio. Allí en lo secreto.

Balas