Despedir, Encontrar y Reencontrar




            El Carmelo Seglar "Llama de Amor Viva" de Los Chorros, cumple con notificarles que nuestra hermana Aurora Belandria Pulido (ocds), Fundadora del Carmelo Seglar de Caracas, Presidenta de la Comunidad "Las Moradas" en la Parroquia San José Obrero de Catia y fiel colaboradora de La Escuela de La Mística en el Monasterio de las HH Carmelitas Descalzas y San José, partió a la casa del Padre el día viernes 20-04-18.

            Les rogamos elevar una oración por el eterno descanso de su alma "No muero, entro en la vida".

Mi Experiencia con Aurora

            Siempre será triste despedir a un amigo, mucho más cuando esta persona ha dejado huellas y obras significativas que han marcado tu vida y tu perspectiva. Cuando conocí a  Aurora quede de alguna forma encantado con su personalidad; era divertida, extrovertida y locuaz, cualidades que no esperas ver inmediatamente en una persona madura y esto la hacía distinguirse de manera especial.

            Aurora inspiró en mi un ejemplo de valentía por las cosas que hizo; asistir a cárceles en este país es algo que requiere; sin lugar a dudas, aplomo y coraje. No podía entender como una persona tan menuda tenía la fuerza para hacer lo que hacía; una acción que causó un sismo reflexivo dentro de mí, llamó inmediatamente mi consciencia, entregándome un momento introspectivo y aleccionador.

            Pero que puedo decir de Aurora que ustedes no sepan y conozcan…Más allá de las palabras sabemos que su ejemplo dice más que cualquier cosa. Llegó al ocaso de su vida ¡Vibrante! como diría Oscar Yánez, inquieta y hasta un poco hiperactiva; pero llena de candidez, elegancia y humor. Nunca podré olvidar sus ingeniosas y creativas respuestas que tenía al exponer; donde me hizo reír más de una vez y ahora que lo pienso en este momento, me estoy riendo de algo que dijo la última vez que la escuché. No puedo dejar de recordarla con más alegría, en lugar de la tristeza que deja su partida.

            Estoy abrumado, esperanzado y feliz, porque en nuestra realidad humana y fe cristiana, sé que debo expresar mi adiós momentáneo y guardar recogimiento, aunque no pueda evitar cierto regocijo al saberte encontrada con el Señor; a la vez que la esperanza se asoma como brisa fresca, con la idea del reencuentro, que muy secretamente todos anhelamos de manera inconsciente, oculta y recóndita de volvernos a ver. Quién más lo pudo expresar mejor sino fue Santa Teresa cuando dijo: “…Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero, que muero porque no muero…”
   
            Así que tu partida deja un vacío, un vació que algún día desaparecerá, aunque no podamos garantizar que al volverse a llenar, habrán otros floreciendo en lo más profundo y místico de nuestro ser. Ve con Dios hermana Aurora, que no ha sido el fin de tu vida, cuando al nacer un nuevo día, tu nombre estará grabado con la luz de cada  amanecer.



Un abrazo a todos en Cristo Jesús…









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